Para desarrollar la empresa emocional que exige una nueva
economía, el primer escalón es elaborar buenos esquemas de comunicación e
interacción que impulsen a la empatía y a la capacidad de relacionarse.
Las emociones positivas son aquellas que se generan al
comprender los roles de aceptación, motivación e interpretación de los entornos
y códigos de cada componente de una organización. Gente contenta es más
productiva, y realiza procesos productivos conforme a la emotividad del
consumidor.


Para construir la empresa emocional se requiere, en
particular, una visión especial de los mercados aquí es cuando el concepto de
tribu de consumidores empieza a tener importancia. Los consumidores ya no se pueden
segmentar de acuerdo con su localización geográfica, se deben estudiar de
acuerdo con sus afinidades y expresión emocional.
La empresa emocional necesita estar rodeada de un buen
equipo emprendedor, es altamente competitiva con una capacidad de permeabilidad
y adaptabilidad casi inmediata e imperceptible a las condiciones del mercado y
necesidades del cliente, con un eficaz sistema de retroalimentación y análisis
de la información del entorno, una cultura de innovación y mejora continua, y,
sobre todo, altamente rentable.

Así que si deseas emprender puedes tomar en cuenta este
tipo de empresas ya que auguran un buen resultado.
