Quiero platicarte algo que un gran maestro me enseñó y que me hizo darle un nuevo significado al otoño, a los árboles y plantas…
Todos somos parte de una gran conciencia: nosotros, las plantas, los árboles, los animales, las rocas, las montañas, el mar,etc.
Llegando el otoño y el invierno los árboles, las plantas y animales y en realidad también los humanos nos preparamos paga un proceso de transmutación; un proceso de guardar y cuidar la energía, de desprender, soltar, reflexionar.
Es momento de ir hacia adentro, a la raíz, al interior; es tiempo de integrarlo todo; empieza el momento de calma…
Debemos aprender a reconocer lo que cada estación representa en nosotros y cómo nuestro sistema reacciona igual que el Cosmo; somos una sola conciencia y el entenderlo e integrarlo, nos permite fluir con ella de forma natural y magnífica.
Los árboles son grandes abuelos sabios que nos enseñan a dejar ir, saben que nada les pertenece, que hay que soltar para renovarse y volver a florecer y dar frutos.
Ellos nos dan tanto… Es momento de regresarles un poquito del amor que ellos nos ofrendan.
Cuando pongas tu árbol o si tienes arbolitos en tu hogar vivos, ofréndales tu respeto y agradecimiento con algo, elígelo tu; la intención es lo que cuenta; hazlos sentir amados, respetados y cuidados y contenidos en ese proceso de cambio y transformación que sabemos no es nada fácil. Y así con cada planta, flor, etc.
Que linda forma de ser recíprocos con todo lo que nos dan, ¿cierto?
¡Gracias!
